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Maíz, soya y cerdo
Argentina es el quinto productor mundial de maíz con el 3,0% del volumen y el tercer productor mundial de soja con el 15,7% del volumen total. El 60% del maíz se exporta y la soja, transformada en harina o pellet de soja, también tiene como principal destino la exportación.
En cerdos la producción ha crecido mucho durante los últimos 21 años, Argentina se ubica en el puesto número 14 con el 0,8% del volumen total expresado en toneladas.
El promedio del período 2012-2021 para el maíz fue de USD 159 la tonelada y USD 297 para la soja. Durante el año 2022 los valores se ubicaron un 47,8% por encima del promedio para el maíz y un 37,7% para la soja. La situación local refleja lo que sucedió en el mundo, ocasionado por el conflicto bélico de Rusia y Ucrania y las sequias que se produjeron en algunos de los países productores.
Esto encareció los costos de producción condicionando la rentabilidad final del negocio. Sin embargo, las granjas con indicadores promedio de producción, considerando la cantidad de kilos producidos por cerda/año y la conversión alimenticia total, mantuvieron un saldo favorable, incluso superior al promedio, como podemos observar en el siguiente gráfico.
El costo de producción durante el período 2012-2021 fue de un promedio de USD 1,15 por kilo vivo, mientras que durante el 2022 la cifra aumentó un 13,9%. En cuanto al precio de venta en el período de 10 años este fue de USD 1,46 por kilo vivo y en el 2022 creció un 14,4%. Esto genera un margen bruto (antes de impuestos) de 21,6% para el año 2022, mayor al promedio histórico del 20%.
Cerdo y vacuno
Ya hace más de 40 años que en Argentina la cantidad de vacunos se mantiene mientras que la población humana se duplicó. La eficiencia en la producción de vacunos aún tiene mucho recorrido por mejorar. Del otro lado está la producción de cerdos que en los últimos 20 años aumento 6,5 veces, no solo por el aumento del inventario de cerdas, sino fundamentalmente por la eficiencia productiva.
En este proceso el cerdo en pie, que históricamente era más caro que el vacuno en pie, fue adquiriendo un precio menor y salvo algunas excepciones en algunas épocas de año la diferencia fue significativamente favorable.
Cuando comparamos el precio entre el cerdo en pie y el vacuno en pie para el período 2012-2021 este fue 14,3% menor para el cerdo. De nuevo, en el año 2022 la diferencia fue del 23,5% a su favor. Es importante aclarar, como se observa en el gráfico N. 3, que los últimos 3 meses del año y por situaciones de mercado internacional y la gran sequía por la que atraviesa Argentina, el vacuno tuvo una cotización muy inferior a la esperada, permitiendo concluir que la diferencia en una situación normal hubiera sido mayor a favor del cerdo en pie en el promedio total del año.
Asado, pechito y poder adquisitivo
La situación socioeconómica en Argentina se ha complicado en los últimos años, con un fuerte endeudamiento internacional y pérdida del valor de la moneda local con respecto al dólar. Esto genera un menor poder adquisitivo de la población, lo que analizaremos a través del salario básico oficial, tomando como cortes representativos el asado o pecho del vacuno y el mismo corte del cerdo, conocido comercialmente como pechito.
El salario básico del año 2022 tuvo una caída del 26,6% con respecto al promedio histórico, mientras el asado tuvo un alza del 17,3% y el pechito una baja del 5,3%.
Es importante comparar la cantidad de kilos, tanto de asado como de pechito que se pueden comprar con un salario básico mensual y el resultado lo expresamos en el siguiente gráfico.
En el mismo podemos observar una caída de 29,7% en los kilos que se pueden adquirir de asado con un salario básico mensual desde el comienzo del 2012 hasta diciembre del 2022, pasando de 70,5 kg a 50, mientras que en el pechito la caída fue tan solo del 2,7% pasando de 68,4 kg a 66,5.
De esta forma, en el país de las vacas, el cerdo en pie marcó durante una gran parte del año una diferencia importante en el precio, a pesar de estar los últimos tres meses por encima. Comparando dos cortes de carne similares que se venden al consumidor, con una diferencia entre el asado vacuno y el pechito de cerdo, siempre a favor de este último.
Para un asalariado a pesar de la fuerte baja en su poder adquisitivo, pudo seguir comprando prácticamente la misma cantidad de kilos de pechito de cerdo. Eso no sucedió con el asado vacuno. De esta forma, la carne de cerdo es una opción accesible para el bolsillo de los consumidores y esto ha tenido un papel fundamental en el crecimiento del consumo que se ha logrado y que puede seguir incrementándose.
El dólar que se toma es el informado históricamente por el Banco de la Nación Argentina tipo vendedor.
